Honguito estaba amargo con Min por haberle dicho: Que no podía enseñarle, que era de un padre a hijo, que el no era su hijo. Cuando llego al puente le pregunto a Grulla, si siempre ese trabajo había pasado de padre a hijo; el le contó la historia y supo que no siempre había sido así.

Min quería hacer una canasta con paja pero no podía, así que Honguito ofreció a Grulla. Su amigo, se quedo ayudando a Ajima y ella le pidió ir a ayudarla todos los días; le pagaría con comida.
Antes de irse a Songdo, Honguito entrego a Grulla un monito; echo de arcilla que era como un juguete, para que lo recordara. Él se lo agradeció y lo amarro en su cintura.

Honguito ya había partido a Songdo. Uno de los días, Honguito se despertó por el sonido de unos pasos. De repente un zorro apareció frente a el; se acordó del zorro del que hablo Grulla y no lo miro, alzo la visto y el zorro ya no estaba.
Ya había llegado a Puyo y había una feria de vasijas, en donde encontró unos trabajos de Min. Ya eran conocidos y pedían mucho dinero por el.