Stuttgart (1944)


Kurt escucha que la puerta de su casa se abre intensamente y al salir ve a su madre abrazada casi colgaba del cuello de un hombre. Cuando ella se percata de su presencia le dice que saludara a su padre, pero Kurt solo hizo un gesto vago. Hans Mûller era el padre de Kurt a quien no había visto desde que era un bebe, lo abrazo pero el niño trato de safarse porque no soportaba su olor ni su cara que parecía lija; rosando su rostro.
La esposa del soldado estaba muy feliz de que después de mucho tiempo aya vuelto. Sin embargo conforme iban pasando los días Hans entristecía porque Kurt no lo quería aun, sino que le incomodaba su presencia.
Pasado unos días un mensajero fue a entregar un telegrama hacia Hans, donde le informaban que tenia que volver a la guerra. La despedida fue muy triste para Hans porque no sabía si volvería a ver a su esposa ni a su hijo para seguir ganándose su cariño.