lunes, 20 de junio de 2016






Berlin (1941)

Heinrich había ido a visitar a Liese, con la excusa de ver a su hijo recién nacido. Le abrió la puerta su esposo el portero; Matthias.
Mientras esperaba en la sala, Heinrich se limito a observar las fotos en recuadros y vio una de un soldado. Pregunto a Matthias quien era y dijo que era el cuando estaba joven y ahora llevaba un injerto en donde tenia la barba producto de una bala que había rozado por su labio.

Después de contra la anécdota, Erika le dice a su padre que su mama ya había terminado de darle pecho al bebe y podían entrar a verla. Heinrich le dio un ramo a Liese y se aproximo a ver al bebe con engaños solo para oler a Liese de cerca.
Mientras ellos conversaban, Matthias corrió a la cocina porque su comida se estaba quemando. Luego lo invitaron a comer, pero Heinrich no acepto al ver a Liese cansada.



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