martes, 6 de octubre de 2015





EL DOTE


Un joven de distinción provinciana llamado Maese Lebrument se iba a casar con una señorita que era deseable de ser cortejada llamada Jeanne Cordier. Al realizarse la boda los esposos fueron exageradamente elogiado con muchos regalos y cumplidos.

Después de cuatro días de casados Jeanne no podía vivir sin su marido, pero a el no le bastaban las caricias que le daba su amada esposa.
Un día Maese le dijo que se irían de viaje a París. El día de partir se fueron con un notario que los acompañaba y dijeron que al llegar irían a un bulevar.



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