martes, 6 de octubre de 2015





Al ya estar en París Maese se había quedado en la calle a fumar un rato y le había dicho a su esposa que se suba a un coche y él la encontraría aya.

Ya en el coche Jeanne se quedo inmóvil no podía creer que la había dejado por un cigarrillo. Estuvo en el coche un largo rato, los pasajeros bajaban de uno en uno y ella seguía ahí.

Entonces todos los pasajeros bajaron y solo se quedo ella, el conductor grito que ya era el ultimo paradero y le dijo que el bulevar lo habían pasado hace rato. Jeanne e preocupo porque su esposo no estaba y se encontró con su primo Henri le contó lo que había pasado.
Henri dijo que su esposo le había robado su dote; todo el dinero que Jeanne tenia, y que ya debería de estar escapando.




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