Al entrar a la bodega de Benito, el zorrito y Don Tejón se sorprendieron porque no encontraron ni un pavo de esos que siempre llevaba el zorro a casa.
Pero el les dijo que no fueron a buscar mas comida sino otra cosa, así que el zorrito se dio cuenta y era SIDRA lo que fueron a buscar y de lo que estaba repleto unos gigantescos armarios.

Mientras el zorrito, su padre y Don Tejón tomaban la sidra una pequeña rata les gritaba desde arrida del armario... ¡RATEROS! porque se tomaban la sidra y no dejaban para ella.

En eso se escucho la voz de una mujer que gritaba desde arriba porque no querían hacer esperara Don Benito, al abrirse la puerta todos los animales se quedaron helados del miedo.